miércoles, 24 de noviembre de 2010

Proyecto sobre los pueblos originarios de nuestro país: Tehuelches

El El siguiente proyecto, fue pensado para realizarlo en una tercera sección, es decir, sala de 5 años.

Propósito fundamental y producto al que se quiere arribar

El tema elegido para el siguiente proyecto, es los pueblos originarios de nuestro país, de los cuáles focalizaré en los Tehuelches, y como recorte, específicamente en su arte. Como propósito fundamental se intentará que los niños conozcan a través del arte, al menos una pequeña parte de la historia de los pueblos que habitaban antiguamente en su país, que así sepan que sus producciones perduran en el tiempo, a pesar del paso del mismo, y que gracias a esto, hoy, ellos pueden conocerlas. El producto al que se quiere arribar es a la producción por parte de los niños, de un mural donde realicen una réplica de “La cueva de las manos” como trabajo grupal, y como actividad individual, impresiones de sus manos sobre arcilla que finalmente serán enterradas dentro de una caja en el patio del jardín.

Fundamentación y encuadre teórico en relación con el proyecto

Con este proyecto se busca que los niños conozcan acerca de algunas permanencias a través del tiempo, de los pueblos originarios de su país, como es en este caso, del arte en particular de “La cueva de las manos”, la cual resulta tan significativa que fue declarada Patrimonio de la Humanidad. Es muy importante conservar los lugares históricos de los indígenas, porque ellos también forman parte de nuestra historia.

Información sobre el objeto de análisis
La Cueva de las Manos es un sitio arqueológico y paleontológico localizado en la provincia de Santa Cruz, Argentina. El pueblo más cercano es Perito Moreno, a 163 kilómetros, en los bordes del Parque Nacional Perito Moreno, que no se debe confundir con el glaciar del mismo nombre que está ubicado en el Parque Los Glaciares.                                                                         La cueva está ubicada en el valle del Río Pinturas, un lugar desolado en la Patagonia, y toma su nombre de las pinturas rupestres de manos en las paredes que fueron realizadas por los habitantes indígenas de esta región.                                                                                                          Las pinturas de las manos en negativo fueron realizadas por los indígenas soplando pintura por un tubo de hueso sobre una mano colocada sobre la pared de la cueva. Y esas pinturas y otras figuras plasmadas en estos muros son la más antigua expresión, de la que se tenga conocimiento.                                                                                                                                                   A pesar de que la cueva es conocida por viajeros occidentales desde el siglo XIX, las investigaciones arqueológicas se iniciaron en los años sesenta. Éstas demostraron que los antiguos habitantes vivían de la caza y la recolección de animales, y de vegetales silvestres. Además de encontrar las famosas manos «pintadas» también se encuentran formas como círculos, óvalos, figuras estrelladas, entre muchas más.


Preguntas problematizadoras

Al determinar que contenidos se arribarán, surgirán una serie de preguntas, como por ejemplo: ¿Qué técnicas usaron para realizar las impresiones en “La cueva de las manos”? ¿Cómo adaptarla para que los niños puedan realizarla? ¿Con que actividad generarles a los niños ese sentimiento de saber que sus producciones perdurarán en el tiempo tal como la de los Tehuelches?

Afirmaciones significativas

Es importante acercarles a los niños la posibilidad de conocer en una actividad concreta esa sensación de que algo que realizarán hoy, en ese momento, no desaparecerá cuando ellos salgan del jardín, sino que al igual que ellos conocen hoy, las obras realizadas hace tantos años por los pueblos originarios, los niños que ingresen al jardín cuando ellos estén en el colegio, podrán ver y analizar lo que ellos hicieron.  Al mismo tiempo, es de suma importancia seleccionar actividades que resulten divertidas e interesantes a los niños, como es en este caso el arte, a la hora de enseñar ciertos temas y contenidos.

Objetivos básicos (Propósitos)

Diseñar situaciones  de enseñanza que posibiliten que los alumnos organicen, amplíen y enriquezcan sus conocimientos acerca del ambiente social y natural.
Valorizar las leyendas como transmisoras de la cultura e historia de nuestro país.
Promover el acercamiento de los alumnos a contextos conocidos y ofrecer también  la posibilidad de acceder a otros más conocidos.
Reforzar el interés por conocer los pueblos que habitaban antiguamente en nuestro país.

Selección de contenidos

Las historias: de los niños, de sus familias y de la comunidad:
Aproximar a los niños a comenzar a conocer y recrear la memoria colectiva.
Aproximación a algunos cambios y permanencias a través del tiempo en las formas de vida de algunos de los pueblos originarios del actual territorio argentino.
Reconocimiento y valoración de algunas formas en que el pasado se manifiesta en el presente, por ejemplo a partir de objetos antiguos que conservan los museos, placas, estatuas, etc.
Observación de imágenes antiguas.

Itinerario de propuestas con sus materiales

Actividades de Inicio:

Para el inicio de esta actividad, se comenzará con una breve introducción acerca de quiénes fueron los Tehuelches, hace cuantos años habitaban en nuestro país y con un mapa de Argentina como soporte, se les mostrará a los niños en qué lugar de nuestro país estamos nosotros, y donde se encontraban ellos.  Luego, se focalizará en el recorte, que es en este caso el arte, y se les contará a los niños que los Tehuelches, utilizaban pintura en sus cuerpos y caras como protección contra el clima y como parte de una ceremonia. También realizaban guardas con figuras geométricas, y finalmente, arte rupestre cuya expresión más conocida se encuentra en “La cueva de las manos”. A continuación se les mostrará  a los niños una secuencia de imágenes donde podrán ver los grabados de “La cueva de las manos”.






Seguidamente, se les preguntará con qué materiales creen que fueron realizadas esas pinturas, qué colores pueden observar, y con qué materiales podríamos hacer nosotros una réplica.

Actividades de desarrollo:

En la primera semana que abarca este proyecto, se les pedirá a los padres mediante notas, que busquen imágenes acerca del arte de los Tehuelches y de “La cueva de las manos”, y que las lleven al jardín la próxima semana.                                                                                                                A continuación, se les relatará a los niños una leyenda acerca de “La cueva de las manos”, para que de esta manera ellos puedan aproximarse, comprender e imaginar de una manera no tan compleja como y por qué fueron realizadas esas manos en las paredes de la cueva.

LA LEYENDA DE LA CUEVA DE LAS MANOS

Era verano, la niña adolescente escuchaba el rumor de las cristalinas aguas del río que unos momentos antes habían acariciado su cuerpo, haciéndolo estremecer con el frío que traía desde las cumbres nevadas. Ahora el sol besaba su cuerpo haciendo resaltar aún más la belleza de su piel morena devolviéndole el calor llevado por el río en el paisaje patagónico.
Luego de haber secado sus largos cabellos, negros como la noche, se vistió y se colocó la vincha con la pluma que le correspondía por ser Princesa Tehuelche. Un poco más allá, río abajo, una débil columna de humo indicaba el lugar donde se encontraba acampando su tribu de costumbres nómades. Después de adornar su cabello con algunas flores silvestres comenzó a subir sin prisa por la ladera del barranco que rodeaba al río, mientras tomaba algunos frutos de los árboles que encontraba a su paso.
Llegó al lugar donde la llevaron sus pasos y desde allí, se podía contemplar un majestuoso paisaje con el río pasando lentamente allá abajo, bordeado por vegetación desértica de calafates y molles y algunas hierbas aromáticas.
Su pecho estaba agitado por el esfuerzo de haber subido hasta allí; a ello se sumaba su ansiedad por el momento en que se encontraría por primera vez con un joven indio de una tribu vecina, con el que habían acordado una cita durante la última fiesta que compartieron en señal de amistad y paz.
El joven cazador llegó a los pocos instantes. Se quedó contemplando a la princesa, que estaba más bella que nunca. Luego, se tomaron de las manos mientras el aire cálido del verano transportaba el canto de las aves y el rumor del río.
Todo era belleza y amor en la hermosa tarde, pero de repente una gran roca rodó desde lo alto, alcanzando a la Princesa que quedó desvanecida al resultar herida por el golpe recibido. El joven se apresuró a ayudarla, pero vio cómo otras piedras amenazaban caer sobre ellos; entonces, corrió para sostenerlas evitando que pudieran golpear a la Princesa mientras pedía auxilio a la toldería.
De inmediato, acudieron en su ayuda todos los miembros de la tribu, que en esos momentos se encontraban realizando unas pinturas para teñir la ropa que ellos mismos hacían. Al llegar, el Cacique ordenó que todos ayuden a sostener la montaña mientras él socorría a su hija que continuaba desmayada.
Se acercó el joven cazador y la besó. Ella despertó confusa, pero sonriente en el momento que todo pareció volver a la calma. Luego, todos retiraron sus manos de las rocas, pero sus huellas quedaron impresas con los diferentes colores que habían estado preparando.
En agradecimiento a la salvación de su hija, el cacique eligió ese lugar donde habían quedado sus manos pintadas para realizar las celebraciones de todos los años, incluyendo en las ceremonias la impresión de nuevas huellas de manos para sostener las rocas durante las miles de lunas por venir.

En segundo lugar, se los invitará a realizar una réplica de la obra trabajada, sobre papel madera, con la técnica de esténcil. Para esto, previamente seleccionarán entre todos los colores que creen apropiados para usar. Luego la docente les entregará por grupos reducidos, papel crepé, para que realicen bollitos. A continuación colocarán sus manos sobre el mural de papel madera y mojando los bollitos de papel crepé, pintarán alrededor de sus manos con lo que este destiña. Así, conformarán entre todos un gran mural con sus manos, que luego colocarán en el SUM, que de alguna manera “promocionará” el producto final.
Durante la segunda semana de este proyecto, se retomará el tema del arte Tehuelche, y se les contará  a los niños que lo que harán será imprimir sus manos sobre arcilla, para que cuando éstas estén secas convoquen a todas las salitas del turno a concurrir a la “ceremonia” en donde ellos enterrarán en el patio del jardín una caja con sus impresiones, para que los nenes que entren al jardín cuando ellos vallan a primer grado, los desentierren y vean y analicen sus trabajos, tal como ellos hicieron con los de los Tehuelches.                                                              Para esto, la docente les dará arcilla para que ellos la estiren y graben sus manos en ella. También podrán decorarla y pintarla cuando esté seca.
En la tercera semana del proyecto, la docente dividirá a los niños en 4 grupos, y les repartirá las imágenes enviadas por los padres, para que cada grupo realice una invitación a la ceremonia para las otras salitas. Éstas serán repartidas por ellos mismos. También realizarán entre todos un cartel que indique en qué lugar del parque se encuentran enterradas sus obras.

Actividades de cierre:

El cierre de la actividad será en la cuarta semana del proyecto. Previamente fue pactada la hora y el lugar de la ceremonia mediante las invitaciones, por lo tanto, sólo deberán recordarles a las docentes y niños de las otras salas que deben concurrir. Los niños irán al parque, y luego de una breve introducción de la docente, realizarán entre todos una ronda, para que los niños que realizaron este proyecto les cuenten a los demás que harán y para qué.                Una vez finalizado esto, colocarán uno por uno sus grabados en arcilla dentro de la caja. Una vez que terminen, la docente colocará la caja dentro de un pozo realizado previamente y lo taparán. Por último, pondrán el cartel realizado, para indicar que ahí se encuentra la caja, y que así los nenes que vayan al jardín en los próximos años puedan verla.

Tiempo de duración estimado

El tiempo estimado de duración de este proyecto es de entre 25 días y un mes.


Evaluación

En cuanto a la evaluación, la idea de este proyecto, es que los niños de a poco vayan conociendo que existieron y aún existen otros pueblos y comunidades, con costumbres totalmente diferentes a las nuestras. Para esto, es necesario que: “El jardín en su conjunto y cada docente en su sala ofrezcan variadas oportunidades durante todo el transcurso de la Educación Inicial para que los alumnos indaguen contextos conocidos y otros menos habituales, […] conozcan objetos e imágenes del pasado. […] exploren y observen diversos materiales y objetos”. Al mismo tiempo el objetivo principal es generar en ellos interés en éstos elementos del pasado, a través de una vivencia propia, en este caso, representada por la posibilidad de realizar trabajos que saben que perdurarán en el tiempo y que otros nenes podrán ver con el paso de los años.





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